Artículo de Andrés Moreno, director de la revista digital Iamhere magazine y colaborador del blog de Hitsbook en la categoría musical.
Durante años los cantantes estaban ansiosos por sacar un disco. Se metían en un estudio durante semanas para presentar un producto final que agradara al público. Ahora la situación ha cambiado bruscamente y aunque el talento sigue estando presente -y los artistas cada vez son más polifacéticos pues componen sus propios temas- las dificultades para poder materializarlos son mucho mayores.
Sueños destruidos por la situación actual. El panorama musical ha cambiado radicalmente -en muy pocos años- desde la forma de consumir música hasta la forma de adquirirla. Actualmente los medios del artista han disminuido considerablemente y muchos de ellos buscan nuevas vías para financiar sus proyectos musicales, por ejemplo, a través del crowdfunding, la financiación colectiva.
El artista es consciente de que no se venden discos y de que los beneficios a día de hoy proceden de las actuaciones en directo –de los conciertos- y les sale a cuenta lanzar un EP porque al fin y al cabo en un largo no se llegan a conocer ni a explotar todos los temas. Por eso ya son muchos los que se decantan por el EP, un producto más fácil, rápido y económico de producir y más razonable para el artista que podrá llegar a explotar los 4 o 5 temas que contiene.
Otros artistas llevan la fórmula al extremo y se decantan por lanzar single a single para explotar al máximo un tema en concreto, como el caso de Natalia Rodríguez pionera española en el sistema “Single a single”. Un camino sutil y tímido que parece estar dando buenos resultados.
Lo que tenemos claro es que la gente cada vez compra menos música y aunque un largo siempre mantendrá la esencia de épocas pasadas, el corto puede aportar grandes ventajas que puedes aprovechar como artista.
Y tú ¿qué prefieres? ¿El corto o el largo?
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